10 pistas para identificar a los anoigocratas: motores del Gobierno Abierto
Aquí una definición más exacta: persona que trabaja en una organización pública con un compromiso de apertura de las instituciones que marca las acciones que emprende en su puesto.

1. Saben a dónde quieren llegar
Y no sólo eso, también saben dónde no quieren quedarse. Otra cosa es que sepa exactamente cómo es ese sitio.

Lo anterior quiere decir que cuando se trabaja para abrir gobiernos es muy difícil detallar hasta el último trazo de qué vas a hacer y cómo. Sin embargo, los anoigocratas sí que tienen enormemente claro cómo debe ser un Gobierno Abierto con la ciudadanía y no pararán de actuar hasta hacerlo posible. A veces, si es posible, a través de acciones nuevas; otras mediante pequeñas decisiones del día a día, lo que acaba conformando un proyecto. La cuestión es que los valores y las ideas están lo bastante claros como para hacerlo posible.

2. Sacan de donde no hay
Hay gente que directamente mantiene un portal de transparencia con poco menos que un WordPress, buena voluntad y muchas horas. Hay quien hace un canal de participación más o menos organizado por Twitter. Ni todas las organizaciones tienen para abordar proyectos carísimos ni todos los responsables políticos van a premiar la voluntad con una gota de presupuesto, así que el arte de conseguir recursos es casi el de la supervivencia. Esto quiere decir buena voluntad, ingenio, esfuerzo, colaboración o lo que sea. A fin de cuentas es estirar al máximo lo que puedes conseguir para lograr lo que piensas hacer.

3. Establecen alianzas y apoyos internos
Normalmente, quien lleva asuntos de GA tiene que gestionar cosas que no le son propias. Los datos y documentos (por no hablar de los recursos que hemos señalado antes) son de otros departamentos de sus organizaciones y, como he dicho, en muchas ocasiones no hay una posición institucional para exigir al departamento de, por ejemplo, hacienda, que pase los datos sobre recaudación si no le da la gana.

4. Trazan redes externas de colaboración
Lógicamente, quien lleva el Gobierno Abierto es una persona o grupo reducido de personas en la organización. No obstante, hay múltiples organizaciones con anoigocratas que tienen, como hemos visto, ideas, recursos, necesidades y planteamientos diferentes.

5. Son altamente capaces de improvisar y adaptarse
Si no tienes una idea clara de todo lo que puedes hacer, dependes de los recursos que puedas conseguir. Encontrarás muchas ideas en el camino y no te quedará más opción que aprender a improvisar y adaptarte.

A diferencia de muchos aspectos de la administración que están reglados, definidos y consolidades, el GA es algo que estamos construyendo ahora, así que las decisiones no suelen venir con una guía de instrucciones ni bola de cristal. Las decisiones sobre qué hacer, cómo hacerlo, a quién pedir ayuda y/o cuándo lanzar algo dependen enormemente de la capacidad de la adaptación de cada persona.

6. Son resilientes
Por último, hay que pensar que en este escenario hay muchas cosas que pueden no ir del todo bien. Diría, al menos, dos muy comunes: que pasen absolutamente de ti o que las cosas no salgan como pensabas. En ambos casos, lo que distingue a los campeones y campeonas de la anoigocracia es, precisamente, la capacidad de reponerse, adaptarse y seguir adelante.

Estos son los puntos que he visto en común, pero seguro que alguno se me escapa. En todo caso, todo mi respeto, admiración y cariño a estas personas que hacen un gobierno mejor, a pesar de todo.

7. Formación
Lo primero que quiero señalar es que las personas anoigocratas que conozco tienen un perfil formativo muy variado. Algunas de ellas son de perfil jurídico, otras de perfil politólogo, otras periodistas o, incluso, algunas con estudios técnicos como informática. Conozco, por ejemplo, algún geográfo que evolucionó de los Sistemas de Información Geográfica (GIS) a la transparencia o los Datos Abiertos.

8. Carrera profesional
Hay que considerar que el Gobierno Abierto como tal lleva en agenda política poco más de una década. A la vez, en este periodo la entrada de personal en las AAPP se ha frenado como consecuencia de la crisis de 2008, por lo que la gran mayoría de las personas que se dedican a esto vienen de otros campos de la administración.

9. Adscripción partidista
La anoigocracia, para serlo de verdad, requiere de un compromiso político que no suele ser partidista. Es decir, cambiar los gobiernos es algo enormemente político, así que no podemos decir que sean apolíticos. Lo que sí se puede decir es que no están asociados a un partido o ideología política concretas.

10. Sin medios concretos
Lo que define al anoigocrata es el esfuerzo y el compromiso, más allá de los medios que tiene. Hay algunos que, por las características de su institución (pequeñas administraciones) o por apoyos políticos (su área está fuera de la agenda), hacen de la necesidad una virtud. Otros cuentan con apoyo o han ido consiguiendo medios a lo largo del tiempo. La cosa es que puedes encontrar anoigocratas solitarios que, a base de empujoncitos a la maquinaria administrativa, han conseguido más que agencias, gabinetes o áreas muy bien dotadas y nutridas.

Cortesía de Analítica Pública

Referencia:

https://u-gob.com/10-pistas-para-identificar-a-los-anoigocratas-motores-del-gobierno-abierto/